Y no es que no me haya acordado de mis lectores/as, sino que el tragín que me traigo estos primeros días no me permite acercarme al locutorio/ciber (donde me hospedo no hay internet).
Pero no se desanimen, a ratos he ido escribiendo mi vida acá, y a eso vengo.
No querían Honduras pues tomen Honduras!
(AVISO: Tocho Insaid) (AVISO 2, para gandules: Fotos Insaid)
Jueves 12
Empieza la gran travesía. Vuelo a Madrid
sin sobresaltos. Allí me encuentro con Andrés, con quien almuerzo y vivo una
tarde ajetreada de mudanza. Por la noche, merecido descanso: de tapeo y
vueltita nocturna por la capital. Luego a descansar, me espera todavía un largo
viaje por delante.
Viernes 13
Interminable día que comienza con casi 10
horitas de vuelo a Miami, amenizadas, eso sí, con Piratas del Caribe y John
Carter, además de la fabulosa atención recibida por parte de la tripulación:
dos comidas y “barra libre” de bebidas (no alcohólicas).
Luego me esperaban 3 horas en Miami. 3
horas en las que esperaba ver el aeropuerto y el gran centro comercial del que
forma parte. Sin embargo, casi se me hacen cortas. Me esperaba la bienvenida
yanqui: casi 2 fantásticas horas en control de pasaporte y aduanas. Y con el
tiempo justo para embarcar destino San Pedro Sula (Honduras).
Y por fin el último vuel! 2 horitas de nada
con la genial compañía de una señora que no paraba de cortarse y limarse las
uñas. Algún desperdicio aventurero tuve que sacudirme del pantalón.
Ya tan cerca pero a la vez tan lejos: otra
horita en control de pasaporte. Pero, con una hora de retraso, llegó el
momento. Crucé la puerta y comprobé gratamente como un hombre esperaba con un
cartel con mi nombre.
El trayecto a los apartamentos donde me
hospedaría fue flipante. Una visión totalmente devastadora, pero a la vez
encantadora. [Próximamente sección de “Cosas que me llamaron la atención.”]
Eran las 8 hora local pero no importó. Hice
lo que llevaba deseando todo el día: ducha y cama.
No era gran cosa pero me pareció la gloria |
Sábado 14
Empiezo el tercer día de viaje de la mejor
forma posible: madrugón a las 6 AM. Dejo la habitación, y paso por el
restaurante de los apartamentos a recoger mi desayuno, eso sí, para llevar. El
tiempo apremia y a las 6.30 sale un bus a la terminal de donde saldrá otro
destino a Tegucigalpa:
Desayuno fresquito para llevar |
A las 8.30 salida con destino final, por
fin, Tegucigalpa. Trayecto por carreteras a medio asfaltar y en tramos de
tierra, con muchos puestitos de frutas, artesanía y demás objetos no
identificados.
Más de 4 horas que se me pasaron volando
por la flipada que llevaba encima al ver tantas cosas fascinantes y
desconcertantes.
La flipada no duró mucho más, pues al
llegar a la terminal de Tegus, primer contratiempo: en esta ocasión no había ningún señor esperando con un cartel
con mi nombre, a decir verdad, no había
nadie para recogerme. Tuve el valor necesario para hacer uso de mi teléfono
móvil (aún espero horrorizado la factura de la llamada) y contactar con el
Padre Ramón (compañero del Padre Patricio, fundador de ACOES). Por arte de
magia, a los 15 minutos se personificó Zelaya,
un compañero del Populorum que estaba por allí haciendo recados. Me
recogió y fuimos a recoger donuts y bollería, previa espera de una hora aprox.
(estos hondureños se toman las cosas con calma) (se hace todos los días. Una
empresa nos cede la producción que no consigue vender para abastecer nuestros
centros para el desayuno).
El caos que encontré a mi llegada |
De la bollería directo al Populorum ubicado
en la Colonia La Peña, donde me alojaré los próximos días. En este Populorum se
les da la oportunidad a jóvenes de comunidades rurales lejanas a proseguir sus
estudios, recuperando años de estudio perdidos debido a dificultades
geográficas o incapacidad económica. Antes de entrar en la habitación reservada
para voluntarios se me presentan varios compañeros muy afectivamente. Me
comentan que compartiré habitación con 2 compañeros españoles, sin embargo uno
se encuentra visitando proyectos en Copán, y el otro no aparece en todo el día.
Serían las 3 PM cuando me acosté, no sé cómo pero cuando desperté eran las 6 AM
del Domingo, será el jet-lag ese.
Primer billete en mi poder |
Domingo 15
Despierto pronto y me
pongo a deshacer un poco la maleta (con la intención de ponerme a ordenar),
cuando sin previo aviso aparece Manu, el compañero con quien hasta el día de
hoy comparto habitación.
Tras presentación, me
comenta que va al centro de San Francisco, y sin dudarlo me acoplo a él.
Manu es un chico catalán
de 23 años que lleva viniendo desde hace 4 años, y que esta vez se queda 6 mese!
Ya se conoce esto como su barrio, y todos por aquí le conocen y saludan por la
calle. Me resulta de bastante ayuda y me guía estos primeros días.
En el centro de San
Francisco nos encontramos con pocos niños, ya que es domingo, pero lo
suficiente como para echar un partidillo en la cancha. También ayudamos a un
despistadillo que había dejado todos los deberes para el último día.
Cancha del centro San Francisco. Aquí no se juega al fútbol, aquí suceden batallas campales. |
Luego a comer a la casa
arroz y puré de papas, acompañado siempre por tortitas de harina (tortillas).
En la tarde tocó hacer de
pinche de cocina. La pasamos en la casa de Doña Doris, una señora que se
encargaría de preparar la cena para la bienvenida del Padre Patricio, que
volvía a Honduras después de un periplo por España. Es increíble como te abren
la puerta de su casa y te hacen sentir uno más.
Y ya a las 7PM misa (por
llamarlo de alguna forma, ojalá las misas de mi colegio hubieran sido así),
donde no falto la buena música y compañía, con todos los miembros de ACOES
(presentación incluida) y a deleitarnos con la cena preparada horas antes por
mis propias manos.
Pero el día no acababa.
De vuelta al populorum, y antes de dormir, clases particulares de matemáticas a
un chico que estudia bachiller.
Hiponizantes vistas desde la populorum |
Lunes 16
Tras un esfuerzo
sobrehumano, Mano y yo conseguimos levantarnos a las 5.30, para estar a las
5.50 (con 5 minutos de retraso) en la capilla para oración. Es genial poder
vivir estos momentos tan especiales con ellos, en los que piden por sus
familias y por los, aún, más pobres.
Después de desayunar unas
mazorcas, cargamos una pick-up con galletas y comida y nos embarcamos rumbo al
centro Santa Mónica, ubicado en una colonia alejada de la capital. Es
fantástico ir en la parte de atrás de una pickup cargada a rebosar de cajas en
mitad de la autopista, haciendo ejercicios de equilibrista.
En Santa Mónica ayudamos
con los más peques: a dibujar, con los números romanos y algo que aunque no lo
parezca es lo más difícil del mundo: enseñar a leer. Lo que cuesta enseñar a
lee! Qué risas nos echamos.
Por la tarde, a la
vuelta, todos los voluntarios que fuimos nos echamos un cafelito en una terraza
de un mall (centro comercial) para
contar las batallitas con los críos.
Ya de vuelta en la
populorum, vuelta a las clases particulares, esta vez de programación. Luego
oración, y a la cama tras un día agotador vivido en la piel de un profe.
Nueva mascota del populorum. Aún no tiene nombre. ¿Sugerencias? |
Martes 17
Nuevamente oración a las
5.30, le estoy cogiendo el gustillo al tema. Desayuno en el populorum y paseo
hasta San Francisco, dónde hoy si que habría niños (pequeños demonios). Tras
las protocolarias presentaciones (a profesores y niños) nos ponemos manos a la
obra y ayudamos con la tarea a varios niños hasta la hora de comer de los niños
del turno de mañana.
Una cosa es clara, las
lentejas no gustan ni en España, ni aqui ni en Pekin. Como les costaba tragar
las lentejas!
Luego entrarían los del
turno de tarde, y me especializo con un niño en hacer deberes de matemáticas.
Por la tarde por fin pude
ir al locutorio y llamar a casa, aunque incómodamente debido a que estaba en
mitad de un ciber repleto con teléfono en mano.
El resto del día en casa
de Doña Doris (la señora que cocinó para la bienvenida del Padre Patricio) y familia,
donde pasamos un agradable rato en compañía de muy buena gente. También, con las indicaciones de unos cipotes
(niños) que pasaban apalee granadas (fruto de semillitas rojas) de unos árboles
cercanos para pegarnos un buen festín.
La noche nos sorprendió,
pero la mamá Doris nos preparó a Manu y a mí unas riquísimas tostadas de
aguacate y queso fundido (en vez de pan utilizan tortillas [tortitas de maíz]).
Vuelta al populorum: escribir vivencias, ducha, oración, clases
particulares con otro chico (hoy de física nivel bachillerato), y a dormir tras
otro día agotador. (esta última frase se va convirtiendo en un copy/paste para
todos los días)
Vistas desde la cancha de San Francisco |
Aún hay más. Permanezcan atentos.
Próximamente nuevas secciones "Cosas que me llamaron la atención" y "Palabras y expresiones hondureñas".
No se lo pierdan!!
No se lo pierdan!!
Hola! Menudo curre te pegaste eh? Menudo rollo despertarse a las 5, pero supongo que a todo se acostumbra el cuerpo jajaja y que merece la pena también :) por cierto, yo adoro las lentejas desde siempre así que no son del todo odiadas jajaja. Un saludo desde Fuerteventura de tus mayores fans :p
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